Sha, Esther y YoAqui estoy yo en pose con las dos hermanas que Dios no me dio de sangre pero que si me dio la oportunidad de conocer en la vida, hace ya 14 años, se cruzaron nuestras vidas y desde entonces, hemos estado ahi, una para la otra como los tres mosqueteros.
No tengo palabras para agradecerles a las dos , por quererme, apoyarme y aceptarme con mis defectos y virtudes y sobre todo porque aunque la vida cambia, con el matrimonio, los hijos, ustedes siempre me han dejado un lugar en sus vidas.
Gracias amiguillas.... por ser como son..
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